Misteriosa desaparición de testigo del crimen de Mariano Ferreyra
Una fuerte preocupación acoge a la familia de Alfonso Severo, ferroviario, testigo que debe declarar hoy jueves 4 a mediodía en el juicio que investiga el asesinato de Mariano Ferreyra. Desde anoche se desconoce su paradero.
“Anoche habló con la mamá de mi hijo, que había sido operado, y le dijo que lo iría a visitar y lo mismo le dijo a mi mamá. Eran las diez y media. Nunca llegó a destino y desde las once que llamamos a su celular y da directamente el contestador”, cuenta Gastón, hijo del testigo. Alfonso Severo es un ferroviario, trabajador de Ferrobaires -con sede en Constitución- que fue desalojado de su puesto de trabajo en Mantenimiento por una patota armada en 2009. El acontecimiento fue una de las primeras muestras de la degradación violenta que había copado el ferrocarril. Severo partió de su hogar a bordo de un Renault Clío negro placa HGA-137. “Recorrimos hospitales e hicimos denuncias en las comisarías 4° y 6° de Avellaneda, incluso recorrimos con un patrullero el trayecto hasta la casa de mi hijo para ver si había algún rastro, pero no encontramos nada -continúa Gastón-. A la tarde lo habían llamado al celular y se escuchaba el sonido de la tele y de una radio, según me contó. ‘¿Qué se piensan, que me van a intimidar?’, me dijo “.
El testimonio de Alfonso Severo cobra vital importancia en este tramo del juicio que se desarrolla en Comodoro Py. Este cronista se entrevistó recientemente con Severo para recabar datos sobre los posibles vínculos de la patota de Constitución con Favale y la trama que envuelve el destino de las armas que se usaron en el ataque que costó la vida a Mariano Ferreyra e hirió gravemente a Elsa Rodríguez. El testigo conoce de primera mano los vínculos entre las patotas delictivas de Constitución y la dirección sindical de la Unión Ferroviaria.
Plazademayo.com pudo comprobar que el ministerio de Seguridad, a través de la subsecretaria Cristina Caamaño, ha tomado cartas en el asunto. Alfonso Severo debe presentarse en Comodoro Py a mediodía. En estos momentos no hay rastros de su paradero. Esta nota expresa la profunda preocupación de su familia ante la alarmante circunstancia, que no se puede desvincular de las recientes amenazas que profirió la patota de Pedraza a testigos de esta causa.