El nuevo «aeropuerto» de la República de los Niños es la atracción de las vacaciones
GONNET.- Con la llegada de una réplica de un Boeing 737 se aceleró la puesta a punto de la renovación de ese espacio que simula un ‘mini aeropuerto’ en el predio de Gonnet.
El ensable del Boeing 737-200 está practicamente terminado y el espacio del aeropuerto de la República de los Niños toma forma definitiva para convertirse en una de las atracciones del paseo. Y su incorporación forma parte de las obras de «refundación» del histórico parque ubicado en Gonnet.
«El aeropuerto está quedando hermoso», publicó en las redes sociales el intendente Julio Garro durante el fin de semana. Y quienes se acercan a disfrutar de los días de vacaciones ya lo pueden apreciar.
Su incorporación forma parte del nuevo aeropuerto del predio en el marco en la República de los Niños, que contemplan la puesta en valor de todos sus espacios, el reacondicionamiento de sus más de 20 edificios, la renovación de las concesiones gastronómicas y la actualización de la propuesta educativa del predio.
El avión que tiene en una prolongada historia que incluye viajes presidenciales y a las Islas Malvinas, está siendo ensamblado y acondicionado para que los visitantes sientan la experiencia de lo que es volar, con un simulador.
La aeronave cuenta con una longitud de 34 metros, un peso de más de 28 mil kilos y 118 asientos; es la única en la historia argentina que antes de dejar de volar en 2007, funcionó en las tres configuraciones: llevó a los soldados de Puerto Madryn a las Islas Malvinas en el contexto de la guerra, trasladó pasajeros en vuelos comerciales y luego fue adaptada para cumplir el uso presidencial.
Cabe destacar que la República de los Niños contará con otro avión: una réplica de un Boeing donde funcionará un simulador único en Argentina, con capacidad para 30 personas, que fingirá los efectos reales de un vuelo.
Ambas aeronaves estarán instaladas en el renovado aeropuerto del predio, con hangares hechos a nuevo, una pista de aterrizaje de 35 metros de largo, reacondicionada e iluminada con luces originales de Ezeiza y una torre de control armada con un radar símil original.
Para terminar de ambientar el espacio, se construyó un mini cine en el ingreso para que los chicos puedan ser instruidos en cuanto a la seguridad en la aviación y en caso de accidentes y una oficina de chek-in para que vivan su propia experiencia antes de abordar el avión.