Abuelas oficializó la restitución del Nieto 122
El joven, de 40 años y nacido en la ESMA, pidió tiempo para procesar la noticia y conocer a su familia biológica. El aporte de testigos y sobrevivientes en los juicios, así como los avances en materia genética, fueron claves para reconstruir su historia.
Luego de que se filtrara información sobre la restitución del Nieto 122, Abuelas de Plaza de Mayo anunció oficialmente la recuperación de la identidad del joven, nacido en la ESMA y apropiado durante la última dictadura cívico-militar. Hijo de Enrique Bustamante e Iris Nélida García Soler, militantes desaparecidos, el joven pidió tiempo para reencontrarse con su familia biológica. “Son cientos las familias que anhelan el abrazo con su ser querido. No dejemos con la duda a los más de 300 hombres y mujeres que aún no saben quiénes son. Esto confirma que los desaparecidos son 30 mil o más”, resaltó la presidenta de la organización, Estela de Carlotto, haciendo referencia a las declaraciones negacionistas de distintos representantes del Gobierno.
Los padres del Nieto 122 fueron secuestrados por la Policía Federal. Su mamá estaba embarazada y fue trasladada al centro clandestino que funcionó en la ESMA para dar a luz. El caso prueba la “coordinación represiva entre la Armada y otras fuerzas”, resaltó Carlotto. Y contó las dificultades que presentó el caso hasta dar con la restitución del joven: en 2004 comenzó el trabajo para identificar a una desaparecida que estaba embarazada, apodada “La Lobita”. Pero como tenía varios apodos y su pareja no estaba denunciada como desaparecida, llevó largo tiempo atar cabos para reconstruir la historia familiar.
Para ello, fue clave la declaración de sobrevivientes y testigos que conocieron a los padres y supieron que su mamá parió en la ESMA y llegó a tener en brazos a su hijo, un bebé varón. “Recién en 2010 una prima del padre se acercó a la Secretaría de Derechos Humanos a pedir información sobre Enrique y se incorporó la denuncia formalmente”, relató la presidenta de Abuelas. A partir de una serie de datos, la filial de Córdoba contactó a un joven que podría ser hijo del “Lobo” y la “Lobita”. El hombre, de 40 años, aceptó voluntariamente hacerse los exámenes y el 18 de abril pasado el Banco de Datos Genéticos confirmó su identidad.
Mariana Herrera, directora del banco, reveló que “la familia Bustamante García es bastante incompleta y necesitaba la ampliación de marcadores genéticos. El fruto de que el banco vaya creciendo por la evolución de la genética en el mundo permitió este resultado. Esto abre una esperanza para muchas familias”.
“Es una novela de encuentros y desencuentros con final feliz. Esta nueva restitución es la demostración de que la verdad y la justicia siempre vencen al olvido y al silencio. Los familiares de Enrique desconocían que existía un bebé robado. Este caso es la muestra de que los juicios han sido y siguen siendo una herramienta fundamental y que el Estado debe acompañar”, enfatizó Carlotto. “A la sociedad le pedimos que nos siga ayudando a encontrar a nuestros nietos. Son cientos las familias que anhelan el abrazo con su ser querido. No dejemos con la duda a los más de 300 hombres y mujeres que aún no saben quiénes son. Esto confirma que con 30 mil o más los desaparecidos”, dijo, y la sala estalló en aplausos.
A su turno, la referente de Abuelas en Córdoba –Sonia Sánchez- contó que el joven restituido “pidió guardar mucha reserva respecto a él. Pide que la familia le tenga un poco de paciencia, que es una noticia muy extraordinaria para él y con el tiempo cuando haya asimilado esto se va a acercar”. Dos familiares de su padre estuvieron presentes en la conferencia: “Estas gotas de lluvia son lágrimas de alegría de mi viejo. A vos sobrino que estás viéndonos: te queremos porque quisimos a Enriquito, nuestro primo hermano”, le dijo una de sus tías, con la voz quebrada. Por parte de su mamá, el Nieto 122 tiene un abuelo de 92 años que, según contó Abuelas, está procesando la noticia.