Afirman que las nuevas urbanizaciones promovieron los desbordes del Río Luján
La Comisión Asesora del Comité de Cuenca del Río Luján difundió un estudio en el apunta que las urbanizaciones privadas que, “eludiendo normativas”, se han asentado sobre las zonas ribereñas, facilitaron las últimas inundaciones en la zona noroeste de la Provincia.
La Comisión la integran diversas instituciones ambientalistas, académicas, de la industria y el comercio, entre otras con el fin de asistir en cuestiones técnicas al Comité de Cuenca del Río Lujan, compuesto por representantes de distintos municipios y por la Autoridad del Agua.
En este sentido, el informe analiza como una de las causas principales de la última crecida el aumento de las urbanizaciones privadas a la vera del Río, lo que dificulta el escurrimiento y deriva el excedente en zonas de bajos recursos.
«Si bien las lluvias fueron intensas, no explican por sí mismas lo ocurrido», sostiene el documento y agrega “la cuenca ha venido recibiendo impactos en los últimos años, cuyos efectos se han ido acumulando progresivamente. Entre ellos, consideramos de extrema gravedad los relacionados con cambios en el régimen hidrológico del río Luján debido a una serie de obras que han modificado, en muchos lugares, la topografía de la cuenca».
Para los especialistas, los principales responsables de estas modificaciones son los procesos de urbanización por especulación inmobiliaria, que han desarrollado barrios, countries y chacras cerradas por fuera de las normas legales. Así, han ocupado zonas costeras que son de dominio público así también humedales y tierras bajas por debajo de la cota mínima permitida.
«Para ello se rellenan terrenos bajos naturalmente inundables, se modifican cursos de agua y se construyen terraplenes y compuertas, para que el agua no ingrese a estos emprendimientos, expulsando el problema hacia fuera», añade el documento.
Asimismo, detalla una serie de emprendimientos de importantes dimensiones llevados a cabo en Mercedes, Luján, Pilar, Campana y Escobar que han hecho disminuir la llanura de inundación que bordea al río y además impide la infiltración del agua.
“El río queda encajonado por estos emprendimientos, con menos espacio para que se disperse y discurra el agua en forma normal, que entonces busca nuevos caminos, se acumula e inunda otras zonas que se encuentran aguas arriba», destaca el texto.
“Que nos escuchen”
El informe también tiene un marco donde los distintos especialistas dan a conocer a los integrantes del Comité de Cuenca del Río Lujan cuáles serían, desde sus perspectivas, las posibles soluciones para evitar nuevos desbordes.
Luego de manifestar que la Comisión “le ha expresado su opinión acerca de la posibilidad de que ocurriesen estos eventos en varias oportunidades, desde enero de 2012″, los asesores indican que «es evidente que se deben suspender y remediar todos los impactos que perjudican el funcionamiento natural de los humedales y valles de inundación y el escurrimiento regular del río”.
Por otra parte, desconfían de las obras de desagüe o canalización que se proponen desde algunos sectores, ya que en muchos casos “destruyen recursos naturales y servicios que nos aporta el ecosistema” y, en cambio, subrayan la necesidad de considerar la situación desde una visión más integral.
Finalmente, requieren que priorice la visión “ecosistémica y no solo economicista o utilitarista” para optimizar el manejo de la cuenca por lo que también creen importante evaluar los impactos de urbanizaciones y otras grandes obras tales como canales, autopistas, calles, puentes y modificación de cursos de agua.
«La solución sólo será posible realizando un trabajo interdisciplinario y articulado entre las distintas áreas de gobierno y de la sociedad, contando con la voluntad política para llevarlo adelante», concluyen.