La UNLP entregó legajos reparados de estudiantes y docentes víctimas de la Dictadura
Los destinatarios fueron sobrevivientes y familiares de víctimas del terrorismo de Estado quienes en sus carpetas como docentes, alumnos o no docentes no figuraban como correspondía. En cada caso se puso el motivo real por el cual interrumpieron su presencia en la casa de altos estudios.
La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) entregó ayer los legajos a los sobrevivientes y familiares de estudiantes víctimas del terrorismo de Estado secuestrados durante el mes de setiembre de 1976. Se trata de la primera etapa de reparación y entrega de legajos dispuesta por una Resolución firmada recientemente por el titular de la Casa de Estudios, Raúl Perdomo. La medida dispone “la inscripción de la condición de detenido-desaparecido o asesinado, en los legajos de los docentes, no docentes, graduados y estudiantes de esta Universidad y deja constancia en los legajos de los reales motivos que determinaron la interrupción del desempeño laboral o estudiantil de todos aquellos que fueron víctimas de la última dictadura cívico-militar”.
Ana Barletta, Secretaria Académica de la Universidad, explicó que “más que un acto formal de reparación, la normativa pretende impulsar la memoria colectiva y poder reconstruir de la forma más fiel la brutal represión que sufrieron durante la última dictadura cívico-militar». Entre los legajos reparados y entregados estuvieron los de tres estudiantes desaparecidos durante el hecho conocido como “La Noche de los Lápices”: María Claudia Falcone, Claudio de Acha y Francisco Bartolomé Lopez Muntaner y de ocho sobrevivientes.
Según un estudio realizado a los legajos por la dirección de derechos Humanos de la UNLP, “surgió que lo documentado no se correspondía con la verdad histórica de lo sucedido”. De acuerdo a la investigación llevada adelante por la Dirección General de Derechos Humanos y el Archivo Histórico de la UNLP, existían cientos de legajos con datos apócrifos que sirvieron para intentar ocultar la verdadera historia de las víctimas del terrorismo de Estado. Muchos desaparecidos y asesinados de la UNLP figuran oficialmente como fallecidos, o cesados en el cargo, o incluso en condición de “abandono de tareas”.