Al Pacino habló de la Selección antes de la final: “Los amo como jugadores”
Mariana Scull, la madre de Lucila Polak quien hace nueve años está en pareja con el actor estadounidense, contó todos los detalles de su fanatismo.
Las palabras de Al Pacino para los jugadores de la Selección sorprendieron a muchos. En pareja con la argentina Lucila Polak hace nueve años, el famoso actor se declaró fanático de la albiceleste y a horas de jugarse la final de la Copa América contra Chile, su elogio sirvió de insentivo.
«Acabo de verlos jugar y me encanta cómo juegan. Me encanta ver cómo intentan, me emocioné con mi novia Lucila», expresó Al Pacino en el mensaje que le envió al equipo nacional previo a la goleada contra Paraguay.
«Estoy muy emocionado de poder hablar con ustedes, es emocionante para mí hablar con ustedes y poder decirles cuánto aprecio lo maravilloso y geniales que son como jugadores», expresó el actor y agregó: «Me pongo muy contento cuando los veo jugar y para mí siempre es un placer. No los conozco como personas, por eso no quiero decir cuán grandioso son como personas, pero como jugadores me encantan».
Marina Scull, la madre de Lucila Polak detalló cómo fue el encuentro con el actor al enterarse del noviazgo de su hija y aclaró que ambos son hinchas de Racing y de ahí su pasión por los colores de la Selección.
«Al Pacino se pone se pone la camiseta argentina para ver los partidos», reveló la madre de Lucía y detalló: «Se bajó de la camioneta con la camiseta puesta y dijo ‘vengo a ver el partido'».
«Al principio fue muy extraño, nos asustó mucho la situación, porque (Pacino) la dobla en edad, y era raro y shockeante, pero esto fue hace 9 años. Ahora que lo conocemos vemos que es un tipo increíble, lo más sencillo que se puede imaginar, para nada divo. Es caballero y atento, y superhincha de la Selección desde que está con Lucila, porque está muerto de amor por ella…», expresó Marina en Radio Del Plata.
«El día que lo conocí, fui a su casa, y estábamos los dos (Lucila y ella) en la pileta, en las reposeras. En momento me levanto y Pacino me dice qué necesitás. Le digo que iba a pedir un café, y me dijo de ninguna manera, se levantó y me fue a buscar el café. Y yo me quedé mirando a la nada, y pensando. Y le digo a mi hija, cuando mirábamos Tarde de Perros, Serpico o El Padrino, ¿te hubieses imaginado que Pacino te haría el café?».