San Lorenzo es de Boedo
Una operación fraudulenta en tiempos de la dictadura había privado al club de Boedo de su templo. Entre los recuerdos, varios grandes futbolistas fueron protagonistas del inolvidable Gasómetro de Avenida La Plata. Escenario también de la selección nacional, en los ´40.
La gente de San Lorenzo vivió uno de sus mejores momentos con la llegada del Vasco Isidro Lángara -le hizo cuatro a River en el debut, 1939 y 33 en una temporada-, junto a la adquisición del notable Alfredo Borgnia, figura en Ferro desde 1937, considerado uno de los mejores 8 en su tiempo, en los años ´40.
La historia del Gasómetro condena al brigadier Osvaldo Cacciatore, intendente de Buenos Aires durante la última dictadura militar 1976/83. También a varios directivos del club fundado por el sacerdote Lorenzo Mazza hace algo más de 100 años. Ellos, Moisés Annán, Héctor Habib y el ex coronel, Fernando De Baldrich quedaron involucrados.
Los terrenos de las dos manzanas que “cerraban” las calles Muñiz y Salcedo -argumento de la Municipalidad para expropiar por 900 mil dólares-, fueron vendidos en 8 millones de la misma moneda un año y medio más tarde, a la firma francesa supermercadista. Documento elaborado por los socios Juan Carlos Temez y Marcelo Vázquez.
Luego se construyó el hípermercado que ocupó todo el predio. En el ´82 San Lorenzo volvió a Primera bajo una consigna popular: «A pesar de los años y los momentos vividos, siempre estaré a tu lado San Lorenzo querido», cantaron miles
Tigre, Monumental de River, en 1982, pagaron entradas 70.948 personas. El mayor récord de la historia para un encuentro de Primera B de la AFA. San Lorenzo volvió con toda su gloria.
El descenso en el invierno del ´81 se produjo en medio de un caos configurado por distintas gestiones. Moisés Annán, fabricante de ropa de trabajo en Pergamino; Héctor Habib, ex ejecutivo de Mercedes Benz y antes Fernando De Baldrich, coronel retirado del Ejército, aparecen como responsables.
En 2007, a partir de iniciativas políticas, entre ellas la orientada por el legislador porteño, Miguel Talento (Frente para la Victoria), la masa de socios revive la «Marcha de San Lorenzo”, en Capital Federal.
El último partido (contra Boca) el 2/12/79. Terminó 0 a 0 y la figura fue Hugo Gatti. El DT azulgrana era Carlos Bilardo. El entrenador siempre recuerda «La época de José Alfredo Martínez de Hoz, cuando se caía todo», dice.
En diciembre del ´93, se inauguró el «Nuevo Gasómetro», en el Bajo Flores, lejos del estadio construido entre 1915 y 1916, sobre terrenos de la chacra perteneciente al Colegio María Auxiliadora. Ampliado en 1928, durante la exitosa gestión del ex presidente Pedro Bidegaín.
La historia revela que en plena dictadura militar el jefe comunal, brigadier Osvaldo Cacciatore, apuró la «virtual expropiación» de los terrenos donde estuvo montado el imponente estadio de madera durante seis décadas. El ciclo que concluyó con el descenso lo encabezó Vicente Bonina.
Las hinchadas rivales hacían bromas hirientes con estribillos alusivos al supermercado instalado en «el Wembley» porteño, como se lo llamaba al Viejo Gasómetro.
La autopista 25 de Mayo no iba a «cruzar» estrictamente por la cancha. En todo caso «pasaba cerca» como quedó demostrado más tarde. Sin embargo, hasta famosos periodistas hicieron lobby en favor del aviador Cacciatore.
Los socios Juan Carlos Temez y Marcelo Pablo Vázquez, magistrado en el fuero penal, desde las “entrañas sanlorencistas” produjeron un informe de 16 carillas donde «imputan responsabilidades a quiénes participaron de la venta».
Uno de los capítulos dedicados al «periodismo complaciente» -así dice el informe- pone de relieve un llamado, fuera de micrófono, de un relator célebre en 1978, comentando que «el brigadier (Cacciatore) está muy enojado con San Lorenzo por demora de la aprobación por asamblea de la cesión del terreno»,
Las graderías de madera y estructura de hierro dieron lugar al bautismo inmortal: Gasómetro de Boedo, en avenida La Plata y Las Casas, circundado por la calle Inclán. Dos manzanas en el corazón de la ciudad. En los ´40 la selección nacional jugaba en la cancha de San Lorenzo. Decisión de la AFA.
La dictadura y una dirigencia presionada dejó al fútbol argentino sin un monumento histórico. Pusieron fin al más emblemático estadio con 65 años de existencia. Bajo el eufemismo judicial de «quiebra y liquidación». Una asamblea de socios -no hubo mucha gente «el miedo signaba el momento»,señalaron los autores-, no pudo torcer el destino.
Una novela de corrupción institucional hace 33 años. La inauguración del Nuevo Gasómetro el 16/12/93 durante el mandato de Fernando Miele, empresario dedicado al comercio exterior, luego destituido por causas judiciales. Así, San Lorenzo vivió la vuelta al estadio propio.
Miele, procesado más tarde por estafa, condujo desde mediados de los ´80 y al cabo de una década padeció el desgaste de una gestión con muchas contradicciones. En junio del ´95, San Lorenzo con Héctor Bambino Veira como técnico fue campeón del Clausura. No ganaba desde el Nacional ´74, dirigido por Osvaldo Zubeldía.
En la venta de los terrores hace tres décadas, San Lorenzo recibió 900 mil dólares como anticipo de una sociedad anónima «fantasma» -según el informe conocido-, en pleno auge de la «patria financiera», mientras el club «levantaba» juicios y una quiebra.
En el ´83, con la demolición de la cancha, la firma francesa Carrefour pagaba el equivalente a 8 millones de dólares, por las dos manzanas que ocupaba el estadio desde 1916.