El FMI sigue acechando: pide a la Argentina que «ajuste»

banco centralEl organismo presentó «Perspectivas económicas: Las Américas» y aseveró que nuestro país “dio pasos en la dirección correcta», pero falta para «restablecer la estabilidad».

Al presentar en Lima, Perú, el documento «Perspectivas económicas: Las Américas», el Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó este jueves que en la Argentina «se necesitan ajustes adicionales de política económica para restablecer la estabilidad macroeconómica».

En ese informe, al referirse a las «prioridades de política económica» de los países exportadores de materias primas, destacó en el caso argentino que «las recientes medidas para permitir un tipo de cambio más débil, tasas de interés internas más altas y menores subsidios a ciertos servicios públicos, son pasos en la dirección correcta».

Sin embargo, advirtió que «se necesitan ajustes adicionales de política económica para restablecer la estabilidad macroeconómica, especialmente en un posible escenario de precios mundiales de las materias primas más débiles».

Al igual que en su reporte del 8 de abril último sobre la Perspectivas Económicas Mundiales, el organismo con sede en Washington volvió a vincular a la Argentina con Venezuela: «Enfrentan perspectivas de crecimiento difíciles, vinculadas a importantes desequilibrios macroeconómicos y políticas distorsivas».

Para la región en su conjunto estimó que «las perspectivas permanecen ensombrecidas por riesgos a la baja, que incluyen posibles nuevos episodios de volatilidad en los mercados financieros y una caída más pronunciada de lo previsto de los precios de las materias primas».

Además de reclamar «ajustes adicionales» a la Argentina, algo que el Fondo hizo extensivo a Venezuela, el estudio advirtió que tanto Buenos Aires como Caracas «enfrentan importantes desequilibrios fiscales y externos que llevaron a la aplicación de diversos controles comerciales, de precios y cambiarios que afectan el crecimiento».

«En Argentina, el nivel elevado de producción agrícola impulsó el crecimiento del PIB real a principios de 2013, pero la actividad se desaceleró de manera pronunciada en el segundo semestre del año, y la confianza de los agentes económicos se ha deteriorado», subrayó.