“No se combate el paco porque no afecta a la clase media»
Lo aseguró el Ministro de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, de visita en Tucumán, consideró que es necesario «controlar a la Policía para que no haga un negociado» sobre ese flagelo.
Los flashes y la firma de autógrafos le impedían abandonar el auditorio del Centro Cultural Virla. Los estudiantes de la Facultad de Derecho de la UNT rodeaban con admiración y entusiasmo al juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Raúl Zaffaroni, que ayer a la mañana disertó sobre «El control del delito». Antes de retirarse, LA GACETA de Tucumán le consultó sobre un tema que preocupa en la provincia y que ocasionó la muerte de un adolescente recientemente: el paco.
La respuesta del magistrado fue positiva. «Lo que se puede hacer es estudiarlo, hacer un protocolo de tratamiento, dedicarse a investigarlo», propuso. En ese sentido, criticó: «el paco es una tóxico dependencia que no se investiga porque no afecta a la clase media y, por eso, no le interesa a nadie».
Respecto de las posibles soluciones, Zaffaroni consideró que la problemática con el paco no se resuelve por la vía penal, sino socialmente. «Se necesita el trabajo de las autoridades sanitarias y de las autoridades de la asistencia social. En el Estado hay recursos para combatir el paco; es cuestión de coordinarlos y de controlar a la Policía para que no haga un negociado, porque el inconveniente que tiene es que existen muchas bocas de expendio», sostuvo.
Asimismo, diferenció a esta sustancia de otras drogas. «El paco no es lo mismo que la cocaína, que tiene un cartel internacional por detrás. Acá hay mafias barriales que generalmente actúan con alguna indiferencia, mayormente policial. Sí se puede combatir», opinó el magistrado.
«Estamos controlados»
La conferencia del magistrado se centró en la excesiva exposición que tienen los ciudadanos, como consecuencia de la inseguridad y la tecnología, y en el pobre aporte penal. «Han convertido a la ley penal en un ídolo, en un falso dios que va a resolver todo; pero al mismo tiempo hay algo que demuestra que nadie cree en ella: nos vamos llenando de alarmas, de rejas y de cámaras de seguridad», cuestionó.
En ese contexto, Zaffaroni señaló que el poder punitivo es selectivo. «Los que estamos sueltos estamos mucho más controlados, nos filman todo el tiempo. Hoy la imagen es todo», aseveró.