“No me imaginé nunca que era hijo de desaparecidos”
Sebastián Casado Tasca, apropiado durante la última dictadura militar, expresó en el juicio que se le sigue en La Plata a Silvia Beatriz Molina-acusada por la adopción ilegal- que sus padres biológicos, aún desaparecidos, “no me regalaron, me habían robado de mi vieja”.
Así lo recordó Casado Tasca al declarar ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, que comenzó a juzgar a su apropiadora, Silvia Molina, quien había anotado a Casado Tasca como hijo biológico y a Nora Manacorda, la médica policial que falsificó la partida de nacimiento del niño.
Durante más de una hora, Casado Tasca, relató cómo se enteró que era hijo adoptivo y cómo investigó la posibilidad de que fuera hijo de desaparecidos.
“No me imaginé nunca que era hijo de desaparecidos”, reflexionó y recordó que fue su hermana de crianza María José, también adoptada ilegalmente por Molina, fue quien descubrió que no eran hijos biológicos de Silvia Molina y Angel Capitolino, ya fallecido.
“Cuando le pregunté a Silvia (Molina, sobre si era hijo adoptivo) me contó que Angel (Capitolino) le dijo un día que iban a ir a La Plata, que ella esperó en una plaza y que él se apareció conmigo, que yo provenía de un lugar para madres solteras y que con María José fue algo parecido”, recordó Casado Tasca.
Sostuvo que su hermana de crianza enseguida quiso averiguar sobre sus padres de origen pero él pensaba que si su madre lo había regalado, no había nada que averiguar.
“No es lo mismo que me regalen o que me hayan regalado. A mi me han robado de mi vieja. No me regalaron”, dijo conmovido y agregó que cree que Silvia Molina “no conocía que me robaron de mi vieja”.
Casado Tasca, en su declaración, reconoció que con Molina lo une “un vínculo afectivo” y que si bien le reprocha que no le haya dicho de niño que no era hijo biológico afirmó que “no creo que supiera mi origen” de hijo de desaparecidos.
Sebastián Casado Tasca, quien recuperó su identidad en febrero de 2006, nació en marzo de 1978 cuando su madre Adriana Leonor Tasca, estudiante de derecho secuestrada en La Plata a fines de 1977 cuando tenía 5 meses de embarazo, estaba cautiva en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”.
Tasca permanece desaparecida, al igual que el padre de Sebastián, Gaspar Casado, también estudiante de derecho secuestrado junto a su esposa, quien, según testigos, estuvo detenido en la ESMA.
Tras dar a luz, el niño fue entregado por un oficial de las Fuerzas Armadas a un matrimonio allegado, integrado por Angel Capitolino y Silvia Beatriz Molina, quienes lo inscribieron como hijo propio, con el nombre de Sebastián Capitolino, con una partida de nacimiento falsa firmada por Manacorda, médica de la policía bonaerense que se desempeñaba en la División Sanidad de la fuerza.
Angel Capitolino, hoy fallecido, había sido denunciado en 1984, pero en esa oportunidad no se pudo acreditar la verdadera afiliación de Sebastián Casado Tasca, por lo que se declaró extinguida la acción penal, hasta que en octubre de 2009 se declaró que la apropiación de Casado Tasca es un delito de lesa humanidad por lo que se declaró nula la resolución que extinguió esa acción penal.
Casado Tasca expresó su angustia por esa causa tramitada en 1984, ya que de haberse investigado más él hubiera encontrado a su familia biológica en su niñez.
Su hermana de crianza se acercó primero al CONADI a investigar la posibilidad de ser hija de desaparecidos, pero en su caso los resultados dieron negativo, aunque en esa oportunidad se enteró de la existencia de una causa contra Capitolino, ya prescripta, donde se había cuestionado el origen de Sebastián.
Finalmente Casado Tasca se acercó al CONADI, y tras acceder al expediente contra Angel Capitalino “tuve la prueba de que quizás fui robado” y meses más tarde, en septiembre de 2005 accedió a la prueba de ADN cuyos resultados estuvieron en febrero de 2006, dando positivo su vínculo sanguíneo con las familias Casado y Tasca.
“Recuperar mi historia fue increíble. Mi familia biológica es lo más maravilloso que me pasó en la vida”, afirmó y más adelante reflexionó que, ahora que es padre de una niña de 3 años, “uno de los valores fundamentales es transmitirle a Vicky su identidad tal cual es. Transmitirle la verdad a Vicky es un mérito que me gané”.
Casado Tasca recordó la personalidad violenta y “perversa” de Angel Capitolino, los golpes e insultos que sufría Silvia Molina y que llevaron a su hermana de crianza y a él, a los 14 años, a echarlo de la casa por esos malos tratos.
“Me hubiera gustado que Angel (Capitolino) estuviera acá (enjuiciado), ser querellante contra Angel y que me explicara todo”, sostuvo que “creo que hay que diferenciar entre Angel y Silvia y entre Silvia y Manacorda (Nora, la otra imputada)”.
El nieto recuperado insistió que Molina no formaba parte del plan sistemático de exterminio que llevó adelante la dictadura aunque en el caso de Manacorda, por su profesión de médica de la policía debía saber lo sucedido.