Junín: una bacteria desató un revuelo en el Hospital Municipal
“No hay insumos básicos… ¡el hospital está a la deriva!”, lamentó ayer un médico que trabaja en la guardia y conoce muy bien la atención de las urgencias. Desde la Cicop, consideraron que la situación es alarmante y pidieron al Municipio que reclame a la Provincia.
Luego de la denuncia por la falta de higiene en el Hospital Interzonal General de Agudos “Dr. Abraham Félix Piñeyro” y la aparición de la bacteria multirresistente KPC, que amenaza una “emergencia sanitaria”, médicos del hospital provincial en diálogo con Democracia a alertaron sobre las graves deficiencias del centro sanitario.
“No hay nada, ni insumos básicos… ¡el hospital está a la deriva!”, lamentó un médico que trabaja en la guardia y conoce muy bien la atención de las urgencias por su trabajo diario. La fuente, que prefirió mantener su identidad en reserva por temor a sufrir algún tipo de represalia por sus declaraciones, afirmó que “faltan medicamentos, guantes, bolsas colectoras de orina, ya que estamos usando botellas de gaseosa”.
“Se llovía la terapia pediátrica”
Asimismo, el profesional reveló que “hace dos domingos, se llovía la terapia pediátrica” y que “el resonador magnético sigue sin funcionar. El otro día tuvimos que derivar de urgencia un paciente de 9 de Julio, y hubo que hacerle una resonancia de urgencia en el Sanatorio Junín, la cual costó unos 5 mil pesos, que lo paga el hospital”.
“El hospital está hundido”
El médico Adrián Pérez, titular de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud (Cicop) Junín, afirmó ayer a Democracia que “el hospital está hundido” y que la situación no podría ser peor.
“Cuando me preguntan qué hay que hacer, digo que lo traigan a Frankenstein, porque peor no puede estar el hospital”, disparó.
Y alertó sobre el drama de la bacteria que ha aparecido en el hospital. “En medicina, si se ocultan los problemas en vez de reconocerlos y enfrentarlos, aparece algo peor. Si falta alcohol, gasas, lavandina, aparecen las enfermedades intrahospitalarias, y después no hay solución que alcance, porque aparecen bacterias multirresistentes, para las cuales hay que gastar un montón de dinero en antibióticos o en la llamada ‘medicación de rescate’, porque hay una emergencia sanitaria”.
Según Pérez, la situación de falta de infraestructura e insumos básicos es tan grave, que “habría que evaluar cerrar la terapia intensiva”.
“Al paciente se le llueve adentro de la panza, porque cae agua dentro del quirófano”, denunció Pérez. “Si un paciente está inmunosuprimido y lo meten en terapia, se muere”, aseguró.