«El escapista», un cuestionamiento constante a la Historia
MAR DEL PLATA- De la mano de “El escapista”, que sube a escena a sala llena los sábados a las 21.30 en Cuatro Elementos Espacio Teatral (Alberti 2746), el grupo marplatense La Rosa de Cobre concreta su tercera obra en la que reafirma su búsqueda por cuestionar la historia argentina desde la ficción.
“El sello de identidad del grupo tiene que ver con contar una ficción pero que es siempre paralela, análoga o metafórica de un contexto histórico argentino que nos interesa cuestionar de algún modo”, lo define José Luis Britos, integrante del grupo. El actor especifica que la referencia histórica “es solamente un marco”.
“No nos interesa hacer una reconstrucción arqueológica sino trabajar con una realidad artística que es el teatro y, por lo tanto, descartamos totalmente el verismo a ultranza”, especifica.
Como ejemplo de este trabajo, “El escapista” se vale de la apócrifa figura del ilusionista Lucio Lemont para asomarse a la convulsionada Argentina de mediados de los `50.
El intérprete que es miembro fundador del grupo creado hace seis años, comenta que “Lemont está encerrado hace un par de años después de que su asistente Juliette lo abandonó y su decadencia es el reflejo de una Buenos Aires donde se nota el fin de ciclo que va a derivar en el golpe que derrocará a Juan Domingo Perón”.
La obra ostenta un inteligente guión de Federico Polleri, una ajustada dirección de Alejandro Arcuri y un sólido elenco integrado por Esteban Padín (Lemont), Cecilia Dondero (Juliette), Sandra Arraiz (como Amalia, hermana y asistente del ilusionista) y Britos (en la piel del desbordado Pierre).El grupo La Rosa de Cobre “se formó por las ganas de trabajar juntos y aunque no teníamos obra ni quien nos dirigiera, en las reuniones aparecieron coincidencias estéticas, ideológicas y afectivas que nos fueron uniendo”, recuerda Britos.
Ese proceso, que tuvo por sede al Centro Cultural América Libre, otro espacio vital del teatro marplatense, afloró justamente adeudando al autor de “El juguete rabioso” y “Los siete locos” con una obra propia que también le dio nombre al conjunto porque, apunta, “la figura de Roberto Arlt y su mundo poético resultaron un aglutinador interesante que nos identificó”.
El par de temporadas de “La Rosa de Cobre” contó con la dirección de alguien externo al grupo como Manuel Santos Iñurrieta, un marplatense que hace años reside en Buenos Aires donde comanda El Bachín Teatro.
“A partir de Manuel quedamos muy impregnados de la estética brechtiana que nos dio identidad y con la que hemos llegado a un rigor de partitura muy sorprendendente, sobre todo, en lo que es el teatro independiente”, destaca.