Se realizarán las Jornadas de Software Libre en Junín
La Escuela de Tecnología de la UNNOBA desarrollará el 28 y 29 de septiembre las Jornadas de Software Libre en el edificio que la Universidad tiene en Rivadavia y Newbery. Las jornadas están dirigidas a estudiantes, docentes e interesados en general en la temática del desarrollo de software libre.
Durante esos dos días se darán conferencias y abordarán temas específicos a través de los siguientes expositores: Javier Bértoli, “Redes y PXE. Instalación desatendida para todos… y todas”. Ariel Gorgatelli, “Herramientas de software libre para la gestión de un medio gráfico”. Facundo Batista, “Como los logs me salvaron la vida”. Arturo “Buanzo” Busleiman, “El rol del hacker en la innovación tecnológica (La historia de Enigform)”. Nicolás Alonso, “HTPC (Home Theater Personal Computer) en GNU/Linux. Germán Osella Massa, “Ingeniería inversa, malware, cracking y otras yerbas”. Diego de la Riva y Carlos Di Cicco, “Desarrollo de aplicaciones para Android” y Sergio Aramayo, “Herramientas de diseño con software libre”.
El software libre,implica cambios fundamentales en el modelo de desarrollo del conocimiento informático, ya que promueve otro tipo de relación con la computación: ir más allá del simple consumo de bienes digitales y electrónicos.
“Filosóficamente el software libre te da la libertad de usar, copiar, modificar y hasta regalar el software”, explicó Javier Charne, responsable del área de Redes informáticas de la UNNOBA y docente
“Hay mucho trabajo de comunidad porque la colaboración entre los integrantes es medular en todo proyecto de software libre”, contó Charne.
Software libre implica que el software respeta la libertad de los usuarios y de la comunidad. En términos generales, los usuarios tienen la libertad de copiar, distribuir, estudiar, modificar y mejorar el software. Con estas libertades, los usuarios (tanto individualmente como en forma colectiva) controlan el programa.
“Cuando los usuarios no controlan el programa, el programa controla a los usuarios”, plantean desde la Fundación de Software Libre. “El programador controla el programa y, a través del programa, controla a los usuarios. Un programa que no es libre, llamado privativo, es por lo tanto un instrumento de poder injusto”, advierten.