Sileoni se mostró satisfecho con la ley contra el acoso escolar

El ministro de Educación se refirió a la norma sancionada anteayer y destacó que «habla de derechos y también de obligaciones» y «no se limita a una concepción individualista» del bullying.

En ese marco, el titular de la cartera educativa nacional subrayó que con la nueva norma «se propone detectar y avanzar en la resolución de las situaciones que alientan la violencia escolar».

Asimismo, Alberto Sileoni resaltó que, al aprobar la ley, «el Congreso se hizo cargo del pedido de la sociedad» ante el crecimiento de los casos de acoso escolar en establecimientos educativos del país.

La ley, destinada a prevenir la violencia en las escuelas a través de la promoción de la convivencia y el abordaje de la conflictividad en las instituciones educativas, ofrece una visión que no se enfoca en el individuo como víctima o victimario, sino que pone el acento en el contexto en que se dan las interacciones.

Para ello, la norma prevé la creación de distintas instancias de diálogo escolar, sanciones pedagógicas y formativas, acuerdos de convivencia colectivos, una guía de actuación ante episodios violentos y un teléfono para recibir reclamos.

«Habla de derechos, pero también de obligaciones», destacó el ministro a radio Continental y, aunque aceptó que «las sanciones en la educación deben existir», dijo que «deben ser reparadoras».

Sileoni destacó que en la ley no se habla de bullying, que «es una definición que connota un esquema mental individualista, donde hay agresores o víctimas; es decir, los problemas lo portan sólo las personas» y, en cambio, pone el acento «en el contexto en que se dan las interacciones, porque la violencia se da en las relaciones, en un contexto determinado, que es el que hay que corregir».

El ministro admitió que un alumno pueda dejar un establecimiento educativo por razones disciplinarias, pero advirtió que «no debe irse del sistema educativo» porque «la escuela tiene una tarea extraordinaria» en la formación de las personas.

«Las escuelas tienen que generar espacios para que los chicos puedan hablar con adultos preocupados», por lo que la normativa prevé que se establezcan normas de convivencia que «se construyan colectivamente», concluyó.