Malvinas: Otro caso de mala praxis, y van…

MALVINAS ARGENTINAS.- Un abuelo de 88 años falleció en el Hospital de Trauma y Emergencia Dr. Abete de Malvinas Argentinas, el distrito más cuestionado por su sistema de salud, por la enorme cantidad de casos similares y denuncias de los familiares. Familiares del hombre, quien murió en febrero de este año, aseguran que el deceso fue por falta de atención.
Las deficiencias del sistema de salud local vuelven a mostrar su peor costado, esta vez con la muerte de Laureano Bietes, un anciano de 88 años que perdió la vida en el Hospital de Trauma y Emergencia Dr. Abete por desatención en el centro asistencial, según denunció su nieto, Jorge Baez, en un escabroso relato con pormenores de lo ocurrido.

“Yo cuento esto para que a nadie le pase lo que sufrí yo”, afirmó el joven.

“Tratan a la gente como si no les interesara”, sostuvo en diálogo con Diario de Malvinas.

La entrevista completa:

-¿Que pasó con tu abuelo?

– A principio de este año, empezó a sentir una molestia como de apendicitis. Le llevo con mi mamá al trauma. Ella es enfermera de ahí de hace varios años. Mi abuelo queda internado y lo operan. Supuestamente, le sacan un escarbadiente del intestino grueso a diez centímetros del colon. Queda cuatro días internado. Yo no se si fue ahí o después. Pero en esos días, después de la operación, se mueve en la cama y se le sale una sonda que le había quedado. Él tenía una cicatriz en el abdomen del lado derecho de 15 centímetros más o menos. Esa sonda no se la vuelven a colocar. Lo mandan a la casa y estuvo siete días en la casa con dieta estricta. Al sexto día lo traen al hospital. Fue un día de mucho calor, y él se descompensó estando en el hospital. Pero los médicos lo dejaron volver a la casa, estando recién operado y con 88 años. Al séptimo día, mi tío descubre que le sale a mi abuelo de la herida mucho pus. A él solamente le habían colocado un pañal para que absorba esa saturación. Por eso, lo vuelven a traer acá. Del séptimo al octavo día, lo dejan tirado. Cuando lo voy a ver, lo encontré sin sábana. Sin suero. Él ya estaba hinchado. En esas 24 horas solamente le habían hecho una placa.

-¿Vos que hiciste al encontrar ese panorama?

-Yo no soy médico. Yo miraba cuando lo curaban, no me animaba a tocar la herida para no lastimarlo. Si hubiera sabido lo que iba a pasar, lo hacía. Después me entero que le iban hacer una ecografía. Eso le habría salvado la vida. Es uno de los puntos de pelea con mi mamá. El doctor había dicho que se le tenía que hacer al abuelo una ecografía, una tomografía y una placa. Solamente le hicieron la placa. Los demás estudios no se lo hacen. Nadie me dio una solución. Vuelvo a mi casa y al regresar al hospital a la tarde, estaban metiendo a mi abuelo al quirófano. Le sacaron dos litros de pus. Imaginate como estaba yo. Y de ahí, él empezó a estar delicado. Cada 48 horas entró al quirófano por la dejadez de una cicatriz.

-¿Tu abuelo como fue tratado en esos días?

-En ese hospital te atiende como un equipo de voley. Por los tantos médicos que te atienden. Todos los días cambian la cara. Ninguno sabe nada por lo visto. Mi abuelo sobrevivió más de lo que tenía que vivir porque era un tipo fuerte. El corazón seguía aguantando. Los primeros tres días estuvo consciente. Después estuvo con respirador y en coma farmacológico. Verlo me partía el alma. El falleció el 9 de febrero. La última vez que lo operaron dicen que todavía le habían sacado pus y que lo iban a poner en cultivo. A si que le tenían que hacer una traqueotomía para no seguir lastimando la garganta con el respirador. Encima te tratan como boludo. Cuando yo le decía, “¿Eso no tiene que estar goteando?” Ellos me respondían que “No”. Pero al ratito venían y lo arreglaban. Todo el tiempo los tenías que llamar. Una vuelta llegué y mi abuelo estaba congelado. Lo que sucedió fue que lo habían bañado y como estaba inconsciente, te lo tiran a si no más. No lo habían tapado. Hasta que un día los insulté y me sacaron. A partir de ahí, empecé a ver la seguridad. Antes yo me paseaba como quise. Esa es la seguridad que tienen. Prefiero ganarme el odio de esa gente, antes de ser cómplice. A mi me tocaron un familiar muy querido.

-¿Para vos fue abandono de persona?

-Sí. A nadie le importa nada ahí adentro. Yo cuento esto para que a nadie le pase lo que sufrí yo. Esto no le tiene que volver a pasar a otros. Cuando estén ahí, y si creen que se están rascando las bolas, si se están rascando las bolas. Tenés que apretarles un poco las tuercas. Hay que empezar a pedir el libro de queja. A mi me citó para hablar la directora. Yo no fui por que hace meses mataron a un enfermero. Entonces, yo no se que tipo de gente maneja ese lugar.

-A partir de lo que te sucedió ¿Empezaste averiguar sobre esto?

-Sí, fue a través de internet que empecé a buscar sobre casos de mala praxis. Ahí encontré el contacto del Dr. Jorge Cancio y tuvimos una reunión. Igual yo ya conocía algunos casos. Por ejemplo, una amiga fue al Polo porque le dolía una muela. Cuando se le va la anestesia, la muela le seguía doliendo. El tema fue que le sacaron otra muela. Otra situación que me entere fue que en noviembre murió la suegra de la directora de enfermería. Hablando con el nieto me contó que había tenido una enfermedad pulmonar y la mandan a este hospital. Le hacen una radiografía y sale que tiene agua en un pulmón. Cuando le pinchan para sacarle el agua del pulmón no tenía líquido, y era que se habían equivocado de pulmón. Quedo todo ahí. Hay que prestar atención.

-¿Sobre el caso de tu abuelo se realizó alguna denuncia al respecto?

-No, porque se cremó al cuerpo. Yo en ese momento estaba tan mal que no lo pensé. Para la justicia no existe más mi abuelo por que ya es ceniza. Yo sentí que a mi abuelo lo manosearon. Si le hubieran hecho la autopsia a mi abuelo, hubiera servido porque se hubiera visto el manoseo. Pero bueno, uno con la ignorancia hace cosas que no se da cuenta.

-¿Te gustaría conocer a familiares que denuncian a los hospitales de Malvinas Argentinas por casos de supuesta mala praxis?

-Si, estaría bueno que nos podamos conocer. Y saber que nos podemos contar unos con los otros. Hay que estar unidos. Si le pasa a un vecino vos tenés que estar al tanto sobre lo que le pasó. A mí por ejemplo, me interesa saber lo que le pasó al enfermero que mataron. Te toman como estúpido. La vuelta que se lo operó del corazón, es otra de las quejas. A mi abuelo lo sacan del quirófano y lo ponen entre dos pacientes con neumonía. Él estaba recién operado. Hay que juntarse para reclamar estas cosas y para que cambien. La infraestructura está. Hay que cambiar la organización y los valores entre las personas que laburan. Hay una soltura que te da asco. Yo volvía a mi casa llorando por la impotencia que te daba. A mi abuelo lo dejaron pudrirse. En la primera operación le sacan el escarbadiente. En la segunda le sacan dos litros de pus. En la tercera le sacan un pedazo más de intestino delgado y grueso, que supuestamente estaba pinchado, y que en la primera no la habían visto. ¿Pero como no la vieron? Sacaron un escarbadientes que llegó hasta el final. Fijate, lo tenés ahí. Fijate que no este lastimado. Tienen equipo para hacerlo.

-¿Que mensaje te gustaría manifestar en relación a lo que te pasó?

-Que nos cuidemos entre nosotros. Que veamos la realidad. No todo es tan sencillo. Hay que darle lugar a los que tiene ganas y vocación. Tendrían que cobrar mejor pero para laburar en eso tenés que tener otras prioridades. Hay que tratar de cambiar las cosas. Porque como están, no vamos bien.

 

 

 

 

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