Desafectaron el destacamento de Arana y lo convertirán en un sitio de Memoria
LA PLATA – La seccional policial en las afueras de La Plata funcionó como centro clandestino durante la dictadura. El gobierno bonaerense decidió su traslado, tras un pedido del tribunal que juzgó los crímenes en el denominado Circuito Camps.
El Destacamento de Arana era un lugar de tortura permanente, de día y de noche. Era un infierno: ponían música a todo volumen y las descargas eléctricas se escuchaban en la radio. A veces traían tanta gente que se repartían y hacían también submarino en una bañera del baño.” La descripción que la ex detenida Cristina Gioglio hizo en el último juicio de La Plata resume el horror que cientos de personas vivieron en el centro clandestino de detención de Arana. Por esos relatos y por el pedido de las querellas, en la sentencia del juicio por el Circuito Camps el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº1 instó al Poder Ejecutivo Provincial a que convierta ese destacamento policial en un sitio de Memoria y, el 7 de enero pasado, la Dirección de Políticas Reparatorias de la Secretaría de Derechos Humanos provincial hizo el pedido formal al Ministerio de Seguridad y Justicia, que esta semana tomó nota y ordenó comenzar la desafectación de la seccional ubicada en las afueras de La Plata.
En su sentencia del 19 de diciembre pasado, los jueces Carlos Rozanski, Roberto Falcone y Mario Portela instaron al Ejecutivo provincial «para que el ‘Destacamento de Arana’ y la ‘Comisaría 5º de La Plata’ que funcionaron como centros clandestinos de detención durante la última dictadura cívico-militar, sean destinados a sitios de ‘La Memoria'». Esos pedidos habían sido realizados por las querellas y por el nieto recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo, Leonardo Fossati (Ver Aparte).
Tras ese pedido fue Derechos Humanos provincial quien tomó la posta. En una carta fechada el 7 de enero pidió al ministro de Seguridad y Justicia, Ricardo Blas Casal, «arbitrar los medios a su alcance para que autorice la desafectación» de ese ex centro clandestino ubicado en 640, entre 130 y 131, que todavía funciona como dependencia policial, la misma que tenía antes de que la Policía del coronel Ramón Camps y del comisario Miguel Etchecolatz, vieran en esa construcción alejada del centro platense el lugar ideal para convertirlo en un campo de detención, de torturas, homicidios y quema de cadáveres.
El miércoles pasado Casal tomó la decisión por la mañana. Fuentes de su cartera informaron a Tiempo Argentino que el ministro comunicó la decisión a la flamante Comisión de la Verdad Histórica del Ministerio de Justicia y Seguridad para que inicie los trabajos de «planeamiento para la desafectación y el traslado del destacamento».
«La desafectación es el primer paso para transformar el Pozo de Arana en un sitio de Memoria», explicó el director de Políticas Reparatorias de la Secretaría de Derechos Humanos, Matías Moreno. «Es un paso más en el proceso de Memoria, Verdad y Justicia iniciado en 2003, cuando el gobierno asumió las demandas históricas de los organismos de Derechos Humanos para transformarlos en política de Estado.»
El desalojo de ese ex centro se ubica en ese camino. El Destacamento de Arana fue señalizado como centro clandestino de detención el 25 de marzo de 2009, cinco meses después de que las excavaciones que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) realizó en el marco de la instrucción de la causa Nº11, que finalmente fue juzgada el año pasado por el TOF1 en el juicio por el Circuito Camps, descubrieran 10 mil fragmentos de restos óseos con signos de haber sido quemados con cubiertas de autos, unos 70 casquillos de distintos calibres, gran cantidad de balas y un paredón de fusilamiento con más de 200 impactos. Tras esos hallazgos, el Juzgado Penal Federal Nº 3 a cargo de Corazza solicitó al Ejecutivo el desalojo del destacamento, pero la provincia lo consideró inviable. La insistencia corrió por parte de los organismos de Derechos Humanos durante los años siguientes.
El destacamento policial de Arana Sección Cuatrerismo funcionó como centro clandestino entre mayo de 1976 y marzo de 1978. Una investigación realizada por la ex detenida desaparecida Adriana Calvo, cuyo testimonio en el juicio a Miguel Etchecolatz en 2006 fue incorporado en el juicio por el Circuito Camps por video debido a que la testigo falleció en 2010, logró identificar a 271 personas que permanecieron detenidas en Arana. De esas víctimas, 78 fueron asesinadas o desaparecidas, 117 liberadas y de otras 24 no se conoce su destino. Ese informe reveló también que allí nació un bebé cuyo destino se desconoce y que estuvieron secuestradas otras 51 personas de quienes no se sabe aún su identidad.
En mayo pasado, en el marco del proceso judicial, el TOF1 recorrió el centro clandestino junto a los sobrevivientes Walter Docters, Nilda Eloy, Nora Ungaro y María Cristina Gioglio. A ese campo, donde también estuvo secuestrado el testigo desaparecido Jorge Julio López, Docters lo definió como «el centro de exterminio más importante de la capital de la provincia» y un «símbolo de la represión». En el juicio declararon medio centenar de testigos por los hechos cometidos en Arana y de los 23 represores condenados, once recibieron castigo por su accionar en ese centro clandestino.
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