El Juez Falcone se manifestó «satisfecho» con la detención de dos ex CNU «pero faltan más»
El juez Roberto Falcone, quien en 2000 inició una causa contra integrantes de la Concentración Nacional Universitaria por delitos de lesa humanidad, manifestó su satisfacción por la captura de los ex CNU prófugos Beatriz María Arenaza y Daniel Alejandro Ullúa en España, pero advirtió que «aún falta detener a miembros clave» .
Falcone, que actualmente integra del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, señaló que la captura de Beatriz María Arenaza y Daniel Alejandro Ullúa, «permitirá avanzar en la investigación de los delitos» de esa asociación ilícita, responsable de numerosas muertes.
El magistrado, que inició una causa por esos hechos cuando se desempeñó como juez federal de Mar del Plata, recordó que los acusados «trabajaron al lado de las fuerzas armadas en tareas de inteligencia y en la represión ilegal», como integrantes de los grupos que «se formaron al amparo de la CNU y de la protección que les daba la Triple A».
Esos grupos «cometieron una serie de hechos delictivos, que incluyen cerca de 30 homicidios», destacó en diálogo con radio Continental, y advirtió que aún falta detener «a miembros clave» de esa organización.
«Quedan pendientes la detención de Fernando Federico Delgado y Eduardo Ullúa (hermano de Daniel) que es uno de los organizadores de la Triple A y que también habría participado en la denominada Noche de las Corbatas», el 13 de julio de 1977, cuando grupos de tareas de la represión ilegal detuvieron y desaparecieron en Mar del Plata a once personas, entre ellas varios abogados.
Falcone señaló que los acusados «son los que diagramaron todos los homicidios que se cometieron en 1975, existen al menos fuertes sospechas sobre ellos, e integraron los cuadros de inteligencia de las fuerzas armadas».
Precisó luego que «algunos de ellos están vinculados al homicidio del diputado Pablo Rojas, en la provincia de San Juan», y denunció que actuaron con tanta impunidad que «las órdenes de captura de algunos de ellos ni siquiera fueron certificadas en el orden del día».
«Estas personas estuvieron vinculadas a la represión, a altas esferas del poder y todavía se han mantenido prófugos a pesar de todas las tentativas que se están haciendo para lograr su ubicación», explicó.
El juez afirmó que luego de cometer numerosos delitos en 1975, en 1976 «esta gente pasó a trabajar bajo la protección de los grupos de tareas de las fuerzas armadas» y reveló que, según informes reservados, «en enero de 1977, cuando estaba prohibida todo tipo de asociación o de asamblea, reunió toda CNU en el Marquesado (un barrio costero cercano a Miramar) para implementar los cursos de acción».
Resaltó la trascendencia de las capturas realizadas por la policía española porque «son muchísimos los delitos que se le atribuyen» a esa organización y «es muy difícil dar con el paradero de algunos de los prófugos».
Falcone insistió en la necesidad de investigar los numerosos delitos que se le imputan a la CNU y anticipó que con el apresamiento de Arenaza y Ullúa «se va a poder concretar la imputación y seguir adelante con el proceso».