Murió «el Turco Julián», el represor condenado por delitos de lesa humanidad

Al día siguiente de conmemorarse el 49° aniversario del golpe de Estado, murió Julio Simón, el torturador del centro clandestino El Olimpo.

Julio Simón, conocido como «El Turco Julián», falleció este martes a los 84 años mientras cumplía una condena a prisión perpetua en la Unidad N° 34 del Servicio Penitenciario Federal, en Campo de Mayo. Había sido hallado culpable de delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar.

Simón fue efectivo de la Policía Federal Argentina y operó como torturador en el Centro Clandestino de Detención «Olimpo», ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En ese lugar, según los testimonios de víctimas y testigos, recibía a los detenidos con símbolos nazis en su entorno.

El represor había solicitado reiteradas veces la prisión domiciliaria, pero su pedido fue rechazado el 11 de marzo pasado por la Cámara Federal de Casación, al no poder precisar dónde cumpliría la pena.

Fue uno de los primeros represores en ser juzgado tras la declaración de inconstitucionalidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. En 2006, un tribunal lo condenó a 25 años de prisión por el secuestro, tortura y desaparición de José Poblete y Gertrudis Hlaczik, así como el secuestro de su hija Claudia, de ocho meses de edad en ese momento.

En ese juicio, el tribunal exhibió una entrevista televisiva de 1995 en la que Simón declaró: «El criterio general era matar a todo el mundo». Consultado por su participación en la dictadura, afirmó que volvería a hacer lo mismo.

En diciembre de 2010, fue condenado a prisión perpetua por delitos cometidos en el circuito represivo «Atlético-Banco-Olimpo». La sentencia incluyó homicidio calificado, privación ilegítima de la libertad e imposición de tormentos.