El FMI advierte que la inflación se debe a las ganancias empresariales
El organismo multilateral de crédito publicó un análisis sobre el escenario económico actual con resultados sorprendentes.
Mientras Argentina espera cerrar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) antes del viernes, el organismo multilateral de crédito publicó una interesante investigación. Se trata de un análisis de la crisis inflacionaria que atraviesa Europa luego de la pandemia del Covid-19. Las conclusiones son, de mínima, sorprendentes.
El trabajo titulado «La inflación en la zona euro tras la pandemia y la crisis energética: precios de importación, beneficios y salarios» fue escrito por tres economistas (Niels-Jakob H Hansen, Frederik G Toscani y Jing Zhou) luego de estudiar el devenir de los precios entre el primer trimestre de 2022 y el de 2023. Según concluyeron, el 85% de la inflación registrada en el viejo continente en ese periodo se debió a la suma de los precios de importación con los beneficios empresariales.
En concreto, el 45% de la inflación se debió a la rentabilidad empresaria y el 40% a los costos de las importaciones. A su vez, los costos laborales aportaron el 25% de la inflación mientras que los impuestos tuvieron un ligero impacto deflacionario.
Vale recordar que en la zona euro la inflación anual alcanzó un máximo de 10,6% en octubre de 2022. Esto generó reclamos salariales masivos y generalizados y también subas de tasas de interés. En este escenario, el Banco Central Europeo se puso como objetivo alcanzar un 2% de inflación anual para 2025. Tradicionalmente, suelen congelar los sueldos para frenar la suba de precios, pero esta investigación puso el ojo en otro lado. ¿Saldrán a regular los beneficios empresariales?
Aún no se sabe, pero los autores de la investigación advirtieron que para cumplir los objetivos inflacionarios «la participación de las empresas en los beneficios tendría que volver a caer a niveles anteriores a la pandemia» en un escenario de recuperación del salario y de productividad estable. «Las cuestiones clave son a qué ritmo subirán los salarios y si las empresas absorberán los mayores costes salariales sin aumentar aún más los precios», sostuvieron.