El Consejo del Salario definió actualizar el mínimo a 88 mil pesos para junio
Con disidencias de las dos CTA, el Consejo dispuso un aumento de 26,5 por ciento en tres tramos en abril, mayo y junio y revisión de los valores en julio.
En la reunión que inaugura el periodo anual de abril de 2023 a marzo de 2024 del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, se acordó fijar un aumento de 26,4 por ciento en tres tramos hasta julio. La suba más fuerte se concentra en el primer tramo: 15,6 por ciento en abril, 6 por ciento en mayo y 5 por ciento en junio. Se realizará una nueva convocatoria para el 15 de julio de este año. La propuesta fue votada por treinta votos afirmativos, la abstención de Hugo Yasky por la CTA y el voto negativo de Hugo Cachorro Godoy de la CTA autónoma.
Tras tres horas de reunión, los integrantes resolvieron que el piso pasará de los 69.500 vigentes a 80.342 pesos en abril. En los dos meses siguientes, los porcentajes de aumento son menores y llevaran el mínimo a 84.512 pesos en mayo y 87.987 pesos en junio. La nueva convocatoria, según resolvió el Consejo, será el próximo 15 de julio.
El porcentaje de aumento fue diez puntos menor al que pretendía ratificar el gobierno, de alrededor de 35 por ciento, y nominalmente menor que lo que había calculado el Centro de Investigación de la CTA de los trabajadores Cifra para recuperar la pérdida de poder adquisitivo desde que comenzó el gobierno, de 86.048 pesos para abril.
La reunión comenzó a las 14.30 y se resolvió alrededor de las 17.30. Se trata de una paritaria más compleja que la normal porque tiene 32 miembros, y el Estado interviene en caso de que no haya acuerdo. Hubo 30 votos afirmativos, una abstención y un voto negativo de Hugo Yasky por la CTA y Hugo Cachorro Godoy de la CTA autónoma, respectivamente. Fue la primera vez que hubo cuatro mujeres votando.
Impacto
De acuerdo a su definición formal, el Salario Mínimo es el punto de partida del monto que debería percibir cualquier trabajador de más de 18 años por su trabajo y debe asegurarle una «alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, recreación y vacaciones». Además de lo que establece la Ley de Contrato de Trabajo, fue una herramienta utilizada por el gobierno de Néstor Kirchner para empujar hacia arriba la dinámica salarial (sobre todo de los salarios más bajos).
Durante los 90, el Salario Mínimo se estableció en un monto fijo de alrededor del 25 por ciento del promedio de los salarios en general, por lo que no servía como referencia para negociar. A partir de 2004, el gobierno de Néstor Kirchner rompió esta lógica y se lo apropió como herramienta para impulsar al alza la negociación salarial. En efecto, en 2004, el salario mínimo pasó a representar entre el 40 y el 45 por ciento del promedio de los salarios cobrados en la economía.
De acuerdo a un informe elaborado por Cifra, durante el gobierno de Mauricio Macri- que significó cuatro años consecutivos de aumentos nominales inferiores a la inflación-, el salario mínimo perdió 25,1 por ciento de su capacidad adquisitiva. Hoy apenas el 5 por ciento de los trabajadores asalariados registrados -excluyendo los del servicio doméstico, sector agropecuario y público- cobran menos que el SMVM. Con esta pérdida el impacto directo de ese salario sobre los trabajadores registrados es casi nulo, ya que los básicos iniciales de cada convenio se encuentran por encima de este monto, salvo para algunos sectores como las trabajadoras de casas particulares que, de todos modos, cuentan con un estatuto distinto a la Ley de Contrato de Trabajo por lo que el SMVM no sirve como garantía al momento de negociar.
La cifra, en cambio, impacta más para los asalariados no registrados- el 36, 8 por ciento cobra menos que el SMVM, guarismo que aumenta a 69,5 por ciento si se hace doble click en las empleadas de casas particulares-. Para los trabajadores informales, el salario mínimo impacta indirectamente, ya que establece un piso de remuneraciones como referencia para ese sector del mercado laboral.
Otro caso en que el salario mínimo podría tener impacto pero no lo tiene es el de las jubilaciones. Por ley, las jubilaciones mínimas no pueden ser inferiores al 82 por ciento del salario mínimo vigente (hoy 56.990). Luego del aumento de marzo, la jubilación mínima alcanzó los 58.665 pesos; lo cual la encontraría dentro de la regla por lo menos para este mes.
El verdadero impacto de la cifra afecta directamente a algunos Programas Sociales. El más importante es Potenciar Trabajo, del Ministerio de Desarrollo Social: más de un millón mil personas cobran un 50 por ciento del salario mínimo.
El programa Acompañar del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, dirigido a mujeres y LGBTI+ en situación de violencia de género consiste de un apoyo económico equivalente al salario mínimo, vital y móvil por seis meses consecutivos, a la vez que se brinda un acompañamiento integral a las personas incluidas en el programa. Asimismo, el salario mínimo sirve como referencia para algunas cláusulas para ingresar a programas como las becas Progresar, en el que el beneficiario lo cobra si su familia gana menos de tres salarios mínimos.
Fuente: Natalí Risso / Página 12