En Ostende, un corsódromo despertó el descontento de vecinos

corsódromo PinamarSe trata de una propuesta gestionada por Alfredo Baldini, a cargo de la Secretaría de Turismo municipal desde noviembre y con polémica: facilitó la aprobación de un aumento especial al ABL, contradiciendo sus posicionamientos previos, y a cambio saltó al Gabinete de Hernán Muriale. También estaría implicado Roberto Porrretti, cara más conocida en la comuna. El malestar vecinal mezcla dificultades para dormir debido al ruido, acceder a sus viviendas por las gradas dispuestas en las calles con problemas para propietarios que alquilan, cuyo negocio también se vio devaluado.

A pesar de las quejas vecinales, comenzó a funcionar el corsódromo en la localidad de Ostende, perteneciente al partido de Pinamar. Se trata de una fiesta impulsada por la Secretaría de Turismo, Cultura y Educación local a cargo del polémico Alfredo Baldini, ex concejal que ingresó a la cartera en noviembre del 2012 con escándalo y denuncias de por medio.

Cabe destacar que Baldini, edil que militaba en las filas de Proyecto Nacional, sorprendió a propios y ajenos a comienzos de noviembre: en una sesión dentro del HCD local, votó a favor de un aumento a las tasas de Alumbrado, Barrido y Limpieza que entró en vigencia ese mismo mes, siendo vital para el visto bueno del cuerpo, en una votación sumamente pareja. Sin que les temblara el pulso, desde la oposición acusaron al concejal de haberse “vendido” al espacio de Hernán Muriale, Intendente interino.

Es que a la semana siguiente, Baldini asumió en la Secretaría que actualmente maneja, de suma importancia para el Gabinete local al ser, el turismo, casi el principal motor económico del pago chico. Su desembarco como funcionario del Gobierno municipal habría sido parte del “canje” por votar a favor de las subas, y ahora que lleva más de dos meses en el cargo su impronta comienzo a causar estragos. Otro actor implicado en la instalación del corsódromo sería Roberto Porretti, el ex Jefe comunal destituido hace casi cuatro años y actualmente miembro del cuerpo deliberativo, donde su par Mercedes Taurizano -radical y ex candidata a gobernar la comuna, con la lista del Acuerdo Cívico y Social- le arrojó munición pesada días atrás.

El corsódromo es un espectáculo que se prolongaría durante todos los días viernes, sábado y domingo de enero y febrero, en esta temporada de verano que tiene a la comuna como una de las vedettes turísticas. La indignación de los pobladores se debe a varias causas, principalmente que las autoridades no los consultaron antes de instalar esta modalidad de entretenimiento pensada para los turistas.

Pero también molesta el “ruido” que ocasionará el montaje en horas de la madrugada, con la participación de comparsas invitadas de distintos lugares y visitantes de la zona, sin contar, además, con la colocación de gradas frente a las viviendas de la zona, dificultando el acceso de los vecinos a sus casas y la circulación. “Somos gente trabajadora, nos levantamos temprano. Es un atropello a nuestros derechos como ciudadanos, que tenemos derecho al descanso y la salud”, cuestionaron.

“Esto atenta contra nuestra salud directamente. Con los altos decibeles de la música y los tambores ¿quién descansará? Además, la circulación de tránsito estará bloqueada de viernes a domingos, desde las 20.30 a las 5.00 de la madrugada. La presencia de gente alcohólica merodeando a la madrugada es una de las consecuencias temidas”, explicaron a Pinamar Info.

“¿Y nuestra seguridad?”, se preguntan los vecinos de la zona.

Y un segundo daño colateral y vincula al sector inmobiliario de la zona: también surgieron críticas de propietarios que alquilan sus viviendas en verano ante el importante influjo de turistas que eligen a Pinamar como destino predilecto cada año. “Los que necesitan alquilar sus viviendas en la zona se ven afectados, pues nadie quiere venir a vacacionar cerca de un corsódromo”, observaron los dueños.

“Esto implica una pérdida económica. ¿Quién nos retribuye? Estamos desesperados, necesitamos respuestas”, explicaron.

El grado de malestar entre los frentistas no es tema menor y, por el contrario, amenaza con pasar a mayores. Un aviso ocurrió el viernes cuando un grupo de vecinos afectador por el comparsódromo protestó en el Concejo Deliberante de la comuna, donde se frustró la sesión extraordinaria convocada para derogar la Ordenanza 4200/2012 que permite la instalación de esta suerte de bailanta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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