Mar del Plata: Arroyo quiere desalojar la Casa de la Memoria
En el lugar participan varias organizaciones de Derechos Humanos. El intendente envió una orden de desalojo y les dio solo cinco días a sus integrantes para que abandonen el lugar. El miércoles realizarán una toma pacífica para resistir a la medida.
De forma insólita, el gobierno municipal de Carlos Arroyo (Cambiemos) intimó a los integrantes de la Casa de la Memoria a que desalojen el lugar con sólo cinco días hábiles, sin embargo ese lugar había sido cedido por la Municipalidad de Mar del Plata en 1998, bajo la gestión del radical Elio Aprile.
En el lugar se realizan actividades educativas y artísticas abiertas a la comunidad, además de un acompañamiento en los juicios de lesa humanidad que se dan en esa ciudad, entre otras funciones que cuenta la Casa de la Memoria.
“Hace dos meses vinieron siete inspectores a hacer otra de esas visitas. Creímos que se trataba de algo que iba a quedar nuevamente en la nada, como pasó otras veces. Pero el viernes nos mandaron el telegrama para presentar pruebas de que tenemos derecho a estar acá. Es ridículo, porque la cesión fue hecha por la propia municipalidad”, explicó para Página12, Eleonora Alais, de la agrupación Hijos.
Si bien la Comisión Municipal por la Memoria es parte del municipio, aseguran que no cobran ningún tipo de sueldo y no reciben dinero “ni para cortar el paso”. “En ese marco, todo el mantenimiento de la casa es autogestionado”, agregó Alais.
El aviso de desalojo responde a las posturas que siempre ha tenido el actual intendente Carlos Arroyo respecto a los Derechos Humanos. Es sabido que fue designado interventor de la Asociación de Conductores de Taxis durante la plena dictadura militar, en 1979.
Además, en 2007 fue parte de la lista de candidatos del represor Luis Abelardo Patti. En esta línea, Arroyo no participó de ningún acto por el Día de la Memoria durante sus tres años de gobierno.
Este miércoles, el día que vence el plazo para el desalojo, los organismos de Derechos humanos realizarán una toma pacífica del lugar para resistir a la medida arbitraria del gobierno.